CAPÍTULO IV.

San Pablo muestra la integridad con la que había predicado el

Evangelio de Cristo , 1, 2.

Y que, si fue inútil a alguno de los que la oyeron,

fue porque sus corazones incrédulos fueron cegados , 3, 4.

Cómo predicó y cómo fue capacitado para la obra , 5-7.

Los problemas y dificultades que encontró en sus trabajos, y

la esperanza y los consuelos que le sostenían , 8-15.

Y la perspectiva que tenía de la bienaventuranza eterna , 16-18.

NOTAS SOBRE EL CAP. IV.

verso 2 Corintios 4:1 _ Ya que tenemos este ministerio... El Evangelio , del cual dio ese noble relato que leímos en el capítulo anterior.

No desmayamos... Nos encontramos con muchas tribulaciones, pero somos sostenidos en todo a través de la gracia del Evangelio. En lugar de ουκ εκκακουμεν, no desmayamos, ουκ εγκακουμεν, no actuamos con maldad , es la lectura de ADFG, y algunas otras. Wakefield piensa que es la lectura genuina; ciertamente tiene mucho sentido con lo que va antes y lo que sigue. Si seguimos esta lectura, todo el versículo puede leerse así: Por tanto, según hemos obtenido misericordia , o se nos ha confiado graciosamente , ηλεηθημην, este ministerio, no obramos con maldad, sino que hemos renunciado lo oculto de la deshonestidad.

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