Verso 33. Temían al Señor, y servían a sus propios dioses. No abandonaron su propia idolatría , sino que incorporaron la adoración del verdadero Dios con la de sus ídolos. Tuvieron miedo de Jehová, que había enviado leones entre ellos; y por lo tanto le ofrecieron una especie de adoración para que no los afligiera así: pero sirvieron a otros dioses, se dedicaron afectuosamente a ellos, porque su adoración era tal que gratificaba sus pasiones más groseras y sus propensiones más pecaminosas.

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