Verso Éxodo 33:17. También haré esto.  Mi presencia irá contigo, y te mantendré separado de todos los pueblos de la tierra. Ambas promesas se han cumplido notablemente. Dios continuó milagrosamente con ellos hasta que los introdujo en la tierra prometida; y desde el día en que los sacó de Egipto hasta el presente, los ha mantenido como un pueblo distinto y no mezclado. ¿Quién puede explicar esto por otro principio que no sea el de una continua providencia especial y una constante interferencia divina? Los judíos siempre han sido un pueblo aficionado al dinero; si se hubieran mezclado con los pueblos de la tierra entre los que se han dispersado, sus intereses seculares se habrían visto muy favorecidos por ello; y ellos, que han sacrificado todo lo demás a su amor por el dinero, en este punto han sido incorruptibles. En todas sus dispersiones prefirieron ser un pueblo pobre, despreciado y perseguido, y continuar separados de todos los pueblos de la tierra, antes que disfrutar de facilidad y riqueza mezclándose con las naciones. Por qué grandes propósitos debe estar preservando Dios a este pueblo, pues no parece que ningún principio moral los una; parecen perdidos para esto; y sin embargo, en oposición a sus intereses, por los cuales en otros aspectos sacrificarían todo, todavía se mantienen separados de todos los pueblos de la tierra: sólo una providencia especial puede explicar esto.

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