Verso Génesis 32:6. Esaú - viene - y cuatrocientos hombres con él... Jacob, consciente de que había engañado a su hermano, ahora estaba temeroso de que veniera con intenciones hostiles, y que tenía todos los males que temer de su disgusto. La conciencia es una terrible acusadora. Fue un buen dicho de un pagano:

_____ Hic murus aheneus esto ,

Nil conscire sibi, nulla pallescere culpa .

HOR. Ep ., l. i., E. i., v. 60.

Séa este tu baluarte de bronce de defensa,

Preservar tu inocencia consciente,

Y nunca palidecer de culpa. FRANCIS.

En otras palabras, el que tiene buena conciencia tiene un muro de bronce para su defensa; porque una conciencia culpable no necesita acusador; Tarde o temprano dirá la verdad, y no sólo hará palidecer al hombre que la tiene, sino que también le hará temblar aun cuando su culpa sea conocida sólo por él y Dios.

No parece que Esaú en esta reunión tuviera ninguna intención hostil, sino que en realidad venía con una parte de sus siervos o tribu para honrar a su hermano. Si había tenido alguna intención contraria, Dios se la había quitado; y la hueste angelical con la que se encontró Jacob antes podría haberlo inspirado con suficiente confianza en la protección de Dios. Pero encontramos que cuando más necesitaba la fe, parece haber obtenido muy poco beneficio de su influencia, en parte por la sensación que tenía del daño que le había hecho a su hermano, y en parte por no prestar suficiente atención a la seguridad que Dios le había dado su amable protección.

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