Versículo Jeremias 10:11 . Así les diréis. Este es el mensaje que daréis a los idólatras caldeos.

Los dioses que no hicieron los cielos y la tierra , ellos mismos perecerán. Tanto ellos como sus adoradores serán destruidos; y la idolatría será finalmente destruida de la tierra; y los cielos no mirarán más a tan grande abominación. Se sufre por un tiempo; pero al fin será destruida. Este versículo está escrito en una especie de hebreo-siríaco-caldeo; un dialecto como el que supongo que se hablaba en aquel tiempo en Babilonia, o durante el cautiverio. Como es un mensaje para los babilonios, se da en su propia lengua. El caldeo hace que sea el comienzo de la copia de la epístola que el profeta Jeremías envió al resto de los ancianos de la cautividad que estaban en Babilonia. Todas las Versiones antiguas reconocen este versículo; y se encuentra en todos los MSS. hasta ahora cotejados, excepto uno del Dr. Kennicott numerado 526; y él lo ha incluido entre líneas, como dudando de su autenticidad. El Dr. Blayney supone que algún maestro público durante el cautiverio, deduciéndolo por inferencia directa de las palabras del profeta, lo insertó en el margen, y tal vez lo leyó usualmente junto con esta sección, en las asambleas del pueblo, para que pudieran tener su respuesta siempre lista, cada vez que fueran molestados en el punto de la religión, o importunados a unirse a la adoración idólatra de los caldeos.


Dahler lo ha dejado enteramente fuera del texto, y lo introduce en una nota así: - Después de  Jeremias 10:10 , el texto hebreo es interrumpido por un versículo escrito en lengua caldea o babilónica. Se expresa así: -

Les diréis: ¡Perezcan los dioses!

que no han hecho los cielos ni la tierra.

Que sean desterrados de encima de la tierra

y de debajo de los cielos.


Este versículo sólo puede considerarse como una inserción foránea, no sólo por la diferencia de lengua, sino también porque interrumpe el curso natural de las ideas y de la conexión de los versículos décimo y duodécimo".

Como curiosidad, lo insertaré en hebreo, para que el lector pueda compararlo con el texto caldeo, que también adjunto.

כזאת תאמרו להם האלהים אשר לא עשו השמים והארץ יאבדו מן הארץ ומן תחת השמים אלה

cazoth tomeru lahem; haelohim asher lo asu hashshamayim vehaarets, yobedu min haarets, umin tachath hashshamayim elleh.


כדנא תאמרון להון אלהיא די שמיא וארקא לא עבדו יאבדו מארעא ומן תחות שמיא אלה

kidna temerun lehon; elahaiya di shemaiya vearka la abadu, yebadu meara umin techoth shemaiya elleh.


La hebrea es la traducción de Leusden; la caldea es la del texto común. Si no lo hubieran reconocido todas las versiones antiguas, yo también habría dudado de su autenticidad, principalmente por lo extraño de la lengua, que no es ni caldea ni siríaca.

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