Versículo Job 40:14 . Tu propia diestra puede salvarte. Sólo Dios tiene la prerrogativa de salvar el alma humana. Nada menos que un poder ilimitado, ejercido bajo la dirección y el impulso de una misericordia sin límites, puede salvar al pecador. Esto se afirma muy claramente en este discurso de Jehová: Cuando puedas extender un brazo como el de Dios, es decir, cuando puedas armarte con los relámpagos del cielo, y tronar con una voz como la de Dios - cuando puedas engalanarte con la inefable gloria, belleza y esplendor de la suprema majestad de Jehová - cuando puedas dispensar tus juicios sobre toda la tierra, para abatir a los soberbios y hollar a los malvados - cuando puedas, como si tuvieras las llaves del infierno y de la muerte, mezclar a los grandes y a los pequeños en el polvo; entonces te reconoceré que tu propia mano derecha puede salvarte. En otras palabras: La salvación pertenece al Señor; ningún hombre puede salvar su propia alma por las obras de justicia que ha hecho, está haciendo o puede hacer, hasta la eternidad. Sin Jesús todo espíritu humano habría perecido eternamente. Gloria a Dios por su inefable don.

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