Verso Mateo 18:19. Nuevamente les digo... 

La palabra αμην, en verdad, se agrega aquí, en noventa y ocho manuscritos, (muchos de los cuales son de la mayor antigüedad e importancia), siete ediciones, todas en árabe, eslavo y varias de Itala. El aceptar o omitir tal palabra puede parecerle a algunos una cuestión de indiferencia; pero, como estoy plenamente convencido de que Jesucristo nunca pronunció una palabra inútil o innecesaria, mi máxima es no omitir ni una sílaba que esté convencido (de una autoridad como la anterior) que haya usado alguna vez, y no aceptar nada que él no habló. Hace que el pasaje sea mucho más enfático.

Si dos de ustedes están de acuerdo... συμφωνηστωσιν, sinfonizar o armonizar. Es una metáfora tomada de varios instrumentos musicales colocados en la misma tonalidad y tocando la misma melodía: aquí, significa una perfecta concordancia de los corazones, deseos, anhelos y voces de dos o más personas que rezan a Dios. También da a entender que así como una serie de instrumentos musicales, hábilmente tocados, en un buen concierto, son agradables para los oídos de los hombres, así una serie de personas unidas en oración cálida, ferviente y cordial, es muy agradable a la vista y a los oídos del Señor. Ahora bien, esta oración conjunta se refiere, con toda probabilidad, a atar y desatar en el versículo anterior; ¡y así vemos el poder que tiene la oración fiel para con Dios!

Se hará por ellos... ¡Qué estímulo para orar! incluso a dos, si no hay más dispuestos a unirse a esta obra celestial.

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