CAPÍTULO XXII

Los israelitas acampan en las llanuras de Moab, 1.

Balac, rey de Moab, está muy asustado, 2-4;

y envía a Balaam, un adivino, para que venga a maldecirlos, 5, 6.

Los ancianos de Moab toman una recompensa y la llevan a Balaam, 7.

Éste consulta al Señor y se le ordena que no vaya con ellos, 8-12.

Lo comunica a los ancianos de Moab, 13.

Ellos vuelven a Balac con esta información, 14.

El envía a algunos de sus príncipes a Balaam con promesas de gran

honor, 15-17.

Consulta a Dios, y se le permite ir, con ciertas condiciones,

18-20.

Balaam se pone en marcha, se le opone un ángel del Señor, y el

Señor abre milagrosamente la boca de su asno para reprenderlo,

21-30.

Balaam ve al ángel y es reprendido por él, 31-33.

Se humilla y se ofrece a regresar, 34;

pero se le ordena que siga adelante, con las 

mismas condiciones que antes, 35.

El rey de Moab sale a su encuentro, 36.

 Su discurso, 37.

Respuesta firme de Balaam, 38.

Balac sacrifica, y lleva a Balaam a los lugares altos de Baal,

para que pueda ver todo el campamento israelí, 39-41.

NOTAS SOBRE EL CAP. XXIII

Versículo Números 22:1 . Y asentaron en las llanuras de Moab.  No habían tomado parte del país que en la actualidad pertenecía a los moabitas; habían tomado solamente la parte que antes había pertenecido a este pueblo, pero que les había sido quitada por Sehón, rey de los amorreos.

En este lado Jordán.  En el lado este. Por Jericó , es decir, frente a ella.

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