Versículo 11. ¿Acaso una fuente echa agua dulce y amarga?  En muchas cosas la naturaleza es una guía segura para el hombre; pero no se encuentra tal inconsistencia en el mundo natural como esta bendición y maldición en el hombre. Ninguna fuente, en la misma abertura, echa agua dulce y amarga; ninguna higuera puede dar frutos de olivo; ninguna vid puede dar higos; ni puede el mar producir agua salada y dulce del mismo lugar. Todas estas son contradicciones, y de hecho imposibilidades, en la naturaleza. Y sólo el hombre depravado puede representar el papel monstruoso al que ya se ha hecho referencia.

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