CAPITULO XX

AMMON

Jeremias 49:1

"¿No tiene Israel hijos? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Moloc posee a Gad, y su pueblo habita en sus ciudades?" - Jeremias 49:1

Las relaciones de Israel con Ammón eran similares pero menos íntimas que con su hermano gemelo Moab. Por tanto, esta profecía es, mutatis mutandis , un resumen de la relativa a Moab. Así como Moab fue acusado de engrandecerse contra Jehová, y se descubrió que ocupaba ciudades que Rubén reclamaba como su herencia, Ammón había presumido de tomar posesión de las ciudades gaditas, cuyos habitantes habían sido llevados cautivos por los asirios.

Aquí de nuevo el profeta enumera Hesbón, Hai, Rabá y las ciudades dependientes, "las hijas de Rabá". Sólo en el territorio de este pueblo medio nómada las ciudades, naturalmente, no son tan numerosas como en Moab; y Jeremías menciona también los fértiles valles donde se gloriaban los amonitas. La condena familiar de la ruina y el cautiverio se pronuncia contra la ciudad y el campo y todos los tesoros de Ammón; Moloch, como Chemosh, debe ir al cautiverio con sus sacerdotes y príncipes. Esta profecía también concluye con una promesa de restauración:

"Después traeré de nuevo la cautividad de los hijos de Ammón; es la palabra de Jehová".

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