Porque no podemos hacer nada contra la verdad, ... los apóstoles no tenían poder, ni podrían, ni deseaban ejercitar a ninguno de los que recibían la verdad del Evangelio en el amor; quien continuó en ella, entró en él, y lo sostuvo rápido; que adoraba a Dios en espíritu y en verdad, y que caminaban por alto, y como se convirtió en la verdad; porque a medida que la ley no está hecha para tales personas, sino lo contrario, por lo que la autoridad que los apóstoles habían recibido de Cristo no se podía ejercer sobre tal:

Pero por la verdad: por el bien de la defensa de la verdad contra los que caían, negaban, y se opusieron; y por el honor de ello, por castigo, corregir, reprender, censurar y castigar, que lo contradijeron, o causó que sean blasfemados y hablados del mal.

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