Sin embargo, el Señor no destruiría a Judá por David el sake de su sirviente ,. No por sus méritos, pero por la misericordia le aseguró:

, ya que le prometió que le diera siempre una luz, [y] a sus hijos ; o un reino, como el targum; Por lo tanto, no destruiría absolutamente a la tribu, ni sufriría el cetro o el gobierno para partir de él hasta que llegó el Mesías, vea Salmo 132:11.

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