tus zapatos [serán] hierro y latón ,. O bien deben tener tal abundancia de estos metales, que podrían si los hubieran hecho los zapatos; Pero eso no es habitual; Aunque se dice de Empedocles g el filósofo, que llevaba zapatos de latón, que era muy singular; y algunos piensan que esta tribu, debido a la abundancia de estos metales, solía meter sus zapatos con uñas de hierro y latón en el fondo de ellos, ya que las personas de los países, los soldados y los viajeros en varias naciones hacen; Pero el verdadero sentido parece ser, que la tierra que cayó a esta tribu, y en la que teman, deberían producir mucho hierro y latón; Como en Carmel, una montaña en las fronteras, se tomó latón, como dice Hesychius; Y Zidon es por Homer, dije que abundaba con Brass, que pertenecía a esta tribu; y Sarpa, otra ciudad en ella, tenía su nombre de צרף, lo que significa fundirse, desde la fusión de estos metales en ella; ver Deuteronomio 8:9; Aunque algunos escritores judíos tienen el sentido de ser, que la tierra de Asher estaba tan fuerte fortificada como si se hubiera encerrado con paredes de latón y hierro, o las puertas de sus ciudades se callaron con tornillos y barras de hierro y latón. Como Jarchi, Kimchi, y Ben Melech observan; Así que el árabe:

y como tus días, [por lo tanto, deberá] tu fuerza [ser] ; Lo mismo en la vejez que en la juventud; que es el sentido de la versión de la vulgata latina, y todos los targumes: tales fueron el vigor y la fuerza de. El mismo Moisés, Deuteronomio 34:7; y así puede denotar una renovación de la juventud, como la de las águilas; y, en un sentido espiritual, un renacimiento de las gracias del espíritu de Dios, en cuanto al ejercicio de ellos, y un aumento de la fuerza espiritual, para que el hombre interior sea renovado día a día; y también puede denotar tal medida de fuerza dada, como se proporciona a los eventos que ocurren diariamente, o a los servicios y sufrimientos que se llaman a los hombres; ver.

1 Corintios 10:13.

g alerta. en vit. Empedocl. l. 8. pag. 613. Aelio. Vást. Hist. l. 12. C. 32. I Howyss. 15. l. 424.

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