así dice el Señor, ya que el nuevo vino se encuentra en el clúster ,. Ahora, para que sea verdaderamente piadoso y gracioso entre estas personas debería estar angustiado en las denuncias de ira y destrucción, se sugiere que estos pocos, este remanente de acuerdo con la elección de la gracia, deben salvarse de la ruina general; Como cuando los hombres están a punto de reducir una vid, o derribarlo, o podamos las ramas inútiles, se observa un solo grupo de uvas, en el que se supone que el nuevo vino es:

y uno dice que no lo destruye, porque una bendición está en ella ; uno que se encuentra, quizás el dueño de la vid, que lo vea, le dice a su sirviente, perdona la vid, no lo reduce; o no corte la sucursal en la que está el clúster, ya que hay vida y savia en él, y puede crecer, y traer mucho fruto:

Entonces lo haré por el bien de mis siervos, que pueda no destruirlos a todos ; Como antes escondió Noah en el diluvio; De quien el Targum parafrasa la primera cláusula; y mucho en la quema de sodoma; y Josué y Caleb, cuando todo el resto que salió de Egipto perecido en el desierto; Así que habría, y fueron, unos pocos a quienes Dios llamó por su gracia, entre los judíos, llevados al conocimiento de Cristo, y en un estado de la Iglesia del Evangelio en Jerusalén; y estos conservaron de la destrucción de ella, de los cuales tenían una advertencia previa, y fueron dirigidos a Pella, donde estaban a salvo, y así, dondequiera que sea la verdad de la gracia, tal no se destruirá; y que es una bendición, y un bendito trabajo en el corazón del hombre, y es algo nuevo allí; Y, como el nuevo vino, encantador para Dios y al hombre; Y como el vino en el clúster, toda la gracia, y todas las bendiciones espirituales están con ella; y que debe ser juzgado por aflicciones, para ser ejercido, ya que se presiona el grupo; y que se encuentra, pero en unos pocos, como el vino en un solo grupo, con respecto a quien dice el Padre, destruirlos, no ser amado y elegido por él; Y así dice el Hijo, siendo canjeado por su sangre; Y lo mismo dice el espíritu, siendo regenerado y santificado por su gracia; y tales ser los sirvientes del Señor, y los participantes de su gracia, no sufrirá ninguno de ellos para ser destruido; Pero los abarca con su favor; los sostiene con su mano derecha; Sufría a ningún enemigo para hacerlos mal, y los guarda con su poder.

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