Este es el pan que viene desde el cielo ,. A saber, el de los cuales había hablado Juan 6:32, lo que significa:

que un hombre puede comer suyo, y no morir ; Porque este pan celestial es la aceleración del alma, el fortalecimiento del alma y el alma que satisface la comida; Tampoco puede haber cualquier deseo donde esto sea: comer de ella no debe entenderse corporalmente, ya que estos Capernaites lo tomaron; ni sacramentalmente, como si estuviera limitado a la Ordenanza de la Cena del Señor, que aún no era, así,; Pero más en gran parte de comer y alimentarse sobre Cristo espiritualmente por la fe: Él es, por el creyente, para ser alimentado en su totalidad, y solo; todo él, y ninguno excepto él, y que diariamente; porque hay la misma necesidad de pan diario para nuestras almas, en cuanto a nuestros cuerpos; y también en gran parte y libremente, como tal puede hacer; y también con alegría, con alegría y soltería del corazón: como el amado de Cristo, y sus amigos, "pueden" comer; Tienen libertad, una buena bienvenida para comer; Y así, tenga a todos que tengan una voluntad, una inclinación, un deseo de comer; Y todos los vencen, a quienes Cristo hace más que conquistadores, Cantares de los Cantares 5:1 Apocalipsis 2:7; que la libertad está debido a la amable invitación de Cristo, y al regalo gratuito del Padre; y a la apertura y la facilidad de acceso de todos los pecadores razonables: y la consecuencia y el efecto de tal comer es que se asegura de morir, no de la muerte corporal, a la que se nombran hombres, y los santos mismos están sujetos; Aunque de hecho es abolido por Cristo como un mal penal; Tampoco su pueblo continuará bajo el poder de él, sino que se levantará de nuevo a la vida eterna: pero luego lo son, a través de comer este pan, asegurado de una muerte espiritual; por aunque puede haber una disminución, en cuanto al ejercicio de la gracia, y un inquisito de vida, y pueden temer que estén listos para morir, y concluyen que son libres entre los muertos, y que su fuerza y ​​esperanza están perecidas; Sin embargo, él vive y cree en Cristo, la resurrección y la vida, nunca morirá; y tales también están seguros de una muerte eterna, en ellos, la segunda muerte no tendrá poder, ni se lastimarán por ella.

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