(12) Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni la cabeza a los pies, no te necesito.

(12) Ahora, por otro lado, habla a los que fueron dotados de dones más excelentes, exhortándolos a no despreciar a los inferiores como inútiles y como si no sirvieran para nada. Porque Dios, dice, ha templado de tal manera esta desigualdad, que los miembros más excelentes y hermosos no pueden faltar en absoluto a los más abyectos y de los que nos avergonzamos, y que deberían tener más cuidado de cuidarlos y cuidarlos. cúbrelos: para que por este medio la necesidad que está en ambas partes, mantenga todo el cuerpo en paz y armonía. Y que a pesar de que si cada parte se considera separada, son de diferentes grados y condiciones, sin embargo, debido a que están unidas, tienen una comunidad tanto en la prosperidad como en la aflicción.

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