(7) De nuevo, ¿pensáis que nos disculpamos ante vosotros? hablamos delante de Dios en (n) Cristo: pero [hacemos] todas las cosas, amados míos, para su edificación.

(7) Concluye que no les escribe estas cosas como si necesitara defenderse, porque no es culpable de nada, sino porque no les conviene dudar de su fidelidad, que los instruyó.

(n) Como le conviene hablar con verdad y sinceridad, que profesa estar en Cristo, es decir, ser cristiano.

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