(8) Porque me temo que, cuando yo vuelva, no los encuentre como quisiera, y [que] se me encuentre a ustedes como no quisieran; no sea que [haya] debates, envidias, iras, riñas, murmuraciones, murmuraciones, hinchazones, tumultos:

(8) Habiéndoles confirmado su autoridad, los reprende duramente, y también los amenaza como un apóstol, mostrándoles que no los perdonará de ahora en adelante, a menos que se arrepientan, ya que esta es la tercera vez que les advierte. .

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