Pero había allí un profeta del SEÑOR, cuyo nombre era Oded; y salió delante del ejército que había llegado a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, se ha enojado contra Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con un furor que llega hasta los cielos.

(e) Porque pensaban que los habían vencido por su propia valentía, y no consideraron que Dios los había entregado en sus manos, porque Judá lo había ofendido.

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