Un profeta del Señor estaba allí. Por esto parece que Dios continuó sus profetas entre los israelitas, idólatras como eran, para llevarlos al arrepentimiento, si escuchaban sus amonestaciones. Este profeta se encuentra con el ejército victorioso de Israel, no para aplaudir su valor ni felicitar su victoria; aunque regresaron cargados de despojos y triunfos; sino en el nombre de Dios para hablarles de sus faltas y advertirles de los juicios de Dios. Y les dijo , He aquí, porque el Señor se enfureció contra Judá Se exhorta a no ser levantadas con su victoria; lo cual les asegura no debía atribuirse tanto a su propio valor, como a la ira de Dios contra Judá, para castigar a quien los había usado como vara de su indignación.Y los habéis matado con una furia que llega hasta el cielo. Una furia ilimitada, que clama a Dios por venganza contra hombres tan sanguinarios.

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