Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer; y allí pasó junto a una bestia salvaje que estaba en el Líbano, y pisoteó los cardos.

(e) En esta parábola, Joás se compara a sí mismo con un cedro, debido a su gran reino sobre diez tribus y Amasías con el cardo porque gobernó solo dos tribus y las fieras son los soldados de Joás, que saquearon las ciudades de Judá.

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