Joás envió a Amasías, diciendo: El cardo, &C. Por el cardo, una mala hierba mezquina, despreciable y, sin embargo, problemática, entiende a Amasías, y por el cedro, a sí mismo, a quien da a entender que es mucho más fuerte que él y está fuera de su alcance. Teniendo en cuenta las circunstancias de la persona a la que se dirigía, que era un pequeño príncipe, ruborizado por un poco de buen éxito, y por lo tanto impaciente por ampliar su reino, ninguna semejanza podría adaptarse mejor que la de un cardo, un arbusto bajo y despreciable, pero, sobre haber sacado sangre de algún viajero, enorgullecido y simulando una igualdad con el cedro, un árbol alto y majestuoso, el orgullo y el ornamento de la madera, hasta que, en medio de toda su arrogancia y presunción, es pisoteado infelizmente por el bestias del bosque, que Joás da a entender que serían el destino de Amasías, si continuaba provocando a un príncipe de su poder y fuerza superiores.: Datu hija por mujer Hagamos un partido, es decir, vamos a luchar; sólo él expresa su obra sangrienta y destructiva de manera civilizada, como lo había hecho Amasías, ( 2 Reyes 14:8 ,) y como lo hizo Abner, 2 Samuel 2:14 : o, Que tu reino y el mío estén unidos bajo un solo rey, como antes eran; y decidamos, mediante una batalla campal, si tú o yo seré el rey. Una bestia salvaje pisoteó el cardo, y así puso fin a su pacto con el cedro; y sin menos facilidad mis soldados te pisotearán a ti y a tus fuerzas.

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