Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Hoy es un día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos han llegado al nacimiento y no hay fuerzas para dar a luz.

(b) Los peligros son tan grandes, que no podemos vengar esta blasfemia ni ayudarnos a nosotros mismos más que una mujer de parto.

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