Has cautivado mi corazón, hermana mía, esposa mía; con uno de tus ojos, con una cadena de tu cuello, has prendido mi corazón.

(e) Cristo llama a su Iglesia hermana con respecto a que había tomado la carne de hombre.

(f) Al hacer su Iglesia hermosa y rica, amaba sus dones en ella.

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