Luego proclamé un ayuno allí, junto al río Ahava, para afligirnos ante nuestro Dios, para buscar de él un camino recto para nosotros, para nuestros pequeños y para todos nuestros bienes.

(f) Muestra que el propósito del ayuno es humillar el cuerpo al espíritu, que debe proceder del corazón que es tocado, o de lo contrario es hipocresía.

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