Y sucedió que cuando profeticé, murió Pelatías, hijo de (f) Benaía. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé a gran voz, y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Acabarás por completo con el remanente de Israel?

(f) Parece que este noble murió de una muerte terrible, y por lo tanto el profeta temía algún extraño juicio de Dios hacia el resto del pueblo.

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