Por tanto, así ha dicho el Señor DIOS: He aquí, estoy en contra de vuestros encantos [mágicos] con los que cazáis las almas para hacerlas volar, y las arrancaré de vuestros brazos y dejaré ir a las almas, almas que cazáis para hacerlas volar.

(m) Es decir, hacerlos perecer y que se aparten del cuerpo.

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