Porque cuando ofrecéis vuestras ofrendas, cuando hacéis pasar a vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta el día de hoy: ¿y seré yo, casa de Israel, consultados por vosotros? [Vivo], dice el Señor DIOS, (p) No seré consultado por ustedes.

(p) Muestra que la ingratitud de la gente merece que Dios los elimine y que no tengan el consuelo de su palabra.

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