Porque [es] una prueba, (l) y ¿qué pasa si [la espada] desprecia incluso la vara? no será [más], dice el Señor DIOS.

(l) Ezequiel, movido a compasión, se queja por tanto, temiendo la destrucción del reino que Dios había confirmado a David y su posteridad por medio de una promesa, la cual Dios cumplió, aunque aquí parecía a los ojos del hombre que perecería por completo.

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