Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho el Señor DIOS; Por cuanto tu corazón se enalteció, y dijiste: (a) Yo soy un dios, estoy sentado en la silla de Dios, en medio de los mares; sin embargo, eres un hombre, y no Dios, aunque pones tu corazón como el corazón de Dios:

(a) Estoy a salvo como Dios está a salvo en los cielos y nadie puede lastimarme.

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