Y tuvo mucha hambre y quiso comer; pero mientras se preparaban, cayó en trance,

(f) Porque aunque Pedro no se queda asombrado como quien tiene la lengua trabada, sino que habla con Dios y es instruido en sus misterios, sin embargo, su mente estaba lejos de ser como era normalmente; pronto, sin embargo, volvió a su estado normal.

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