(p) Entonces la luna se avergonzará y el sol se avergonzará, cuando el SEÑOR de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos con gloria.

(p) Cuando Dios restaure su Iglesia, la gloria de ella y sus ministros (que son llamados sus ancianos) brillarán de tal manera que el sol y la luna estarán oscuros en comparación con ellos.

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