Puesto que has sido precioso a mis ojos, has sido honorable y yo te he amado; por tanto, daré hombres por ti, y pueblos por tu vida.

(e) No perdonaré a ningún hombre antes de que tú perezcas, porque Dios valora más a uno de sus fieles que a todos los impíos del mundo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad