Desciende y siéntate en el polvo, oh virgen hija de Babilonia, siéntate en tierra; no hay trono, oh hija de los caldeos, porque nunca más te llamarán tierna y delicada.

(a) Que ha vivido en la riqueza y el desenfreno y aún no ha sido vencido por ningún enemigo.

(b) Su gobierno le será arrebatado.

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