Oídme, (a) los que seguís la justicia, los que buscáis al SEÑOR: mirad a la (b) roca [de la cual] fuisteis cortados, y al hoyo del hoyo [del cual] fuisteis excavados.

(a) Él consuela a la Iglesia, que no se desanime por su pequeño número.

(b) Es decir, a Abraham, de quien fuiste engendrado, y a Sara, de quien nacimos.

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