Porque desde que hablé, grité, grité violencia y (e) despojo; porque la palabra del SEÑOR me ha sido convertida en oprobio y en escarnio cada día.

(e) Demuestra que cumplió con su oficio en el sentido de que reprendió al pueblo de sus vicios y los amenazó con los juicios de Dios; pero debido a que fue ridiculizado y perseguido por esto, se desanimó y habría dejado de predicar, si no fuera porque el espíritu de Dios lo obligó a hacerlo.

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