Oh Señor, así Jeremías ahora se dirige al Señor para traerle su queja sobre sus persecuciones a Su atención. Me engañaste, más bien me persuadiste, me sedujiste, y fui engañado, él se había rendido al Señor al aceptar el oficio de profeta; Tú eres más fuerte que yo y has prevalecido, su Espíritu se apoderó de Jeremías y lo obligó a dar a conocer la Palabra y la voluntad del Señor, tal como él lo había hecho; Me burlan todos los días, todos se burlan de mí, mofándose y mofándose de él cuando ejercía su cargo.

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