Sin embargo, un pequeño número de los que escapen de la espada (o) volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, y todo el remanente de Judá, que ha entrado en la tierra de Egipto para residir allí, sabrá cuyas palabras se mantendrán, mía o de ellos.

(o) Vemos, pues, que Dios tiene un cuidado perpetuo sobre los suyos, dondequiera que estén esparcidos; porque aunque sean dos o tres, los librará cuando destruya a sus enemigos.

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