Y [para] su comida, se le dio una dieta continua del rey de Babilonia, cada día una ración hasta el día de su muerte, todos los días de su vida.

(q) Es decir, se le concedió un permiso en la corte, y así finalmente tuvo descanso y tranquilidad porque obedeció al Profeta Jeremías, mientras que a los demás se les ordenó cruelmente que no le obedecieran.

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