Me has concedido la vida y el favor, y tu visitación ha preservado mi espíritu.

(m) Es decir, razón y entendimiento, y muchos otros dones, por los cuales el hombre supera a todas las criaturas terrenales.

(n) Es decir, el cuidado y la providencia paternal con los que me preservaste, y sin los cuales perecería inmediatamente.

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