Vida - No sólo me diste un cuerpo curioso, sino también un alma razonable: primero me diste vida y luego la mantuviste en mí; tanto cuando estaba en el útero (que es una obra maravillosa de Dios) como después, cuando no pude hacer nada para preservar mi propia vida. Favor - No diste mera vida, sino muchos otros favores, como la nutrición del pecho, la educación, el conocimiento y la instrucción.

Visitación: el cuidado de tu providencia que vela por mi bien y me visita con misericordia. Preservado - Mi vida, que está sujeta a múltiples peligros, si Dios no vela por nosotros todos los días y momentos. Hasta ahora has hecho grandes cosas por mí, me has dado la vida y las bendiciones de la vida y las liberaciones diarias; ¿y ahora deshacerás todo lo que has hecho? Y yo, que he sido un monumento tan eminente de tu misericordia, seré ahora un espectáculo de tu venganza.

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