(4) Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

(4) Una imagen fiel de todos los hombres, quienes, como son naturalmente ciegos, no reciben la luz que se les ofrece, ni la soportan en otro, y sin embargo hacen un gran alboroto entre ellos.

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