(8) Y también salieron demonios de muchos, clamando y diciendo: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Y él, reprendiéndoles, no les permitió hablar, porque sabían que él era el Cristo.

(8) Satanás, que es un enemigo continuo de la verdad, no debe ser escuchado, ni siquiera cuando dice la verdad.

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