(7) Entonces Jesús llamó a sus discípulos y dijo: Me compadezco de la multitud, porque ellos (i) permanecen conmigo ahora tres días, y no tienen nada que comer; y no los despediré en ayunas, para que no se desmayen en el camino.

(7) Al hacer este milagro nuevamente, Cristo muestra que el que sigue a Cristo nunca tendrá necesidad, ni siquiera en el desierto.

(i) No te vayas de mi lado.

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