Mi pueblo pide consejo en su cepo, y su cayado les declara: porque el espíritu de prostitución los ha hecho errar, y se han prostituido de debajo de su Dios.

(n) Así habla con burla al llamarlos su pueblo, que ahora por sus pecados no eran su pueblo: porque buscaban ayuda en cepos o imágenes de madera y palos o ídolos.

(o) Se dejan llevar por la locura.

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