Porque él es nuestro Dios; y nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano. Hoy si oyereis su voz,

(e) Es decir, el rebaño a quien él gobierna con su propia mano. Les muestra cómo son el rebaño de Dios, es decir, si escuchan su voz.

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