Remito al lector al relato que se da en el libro de Samuel, como también al comentario sobre él. La relación de esta transacción es tan similar, que no creo que sea necesario engrosar el tema. Pero ruego una y otra vez que lo repita y lo haga cumplir, tanto como el ministerio externo de la palabra pueda lograr este punto, que el Lector revise la parte histórica para descubrir lo espiritual.

Evidentemente, la caída de nuestra naturaleza corrupta se expone en esta representación. Y, sin duda, para dar paso a esa importante y más interesante de todas las doctrinas, la redención de Jesús. Los holocaustos y las ofrendas de paz ofrecidos en el lugar muy memorable, donde después el Señor Jesucristo ofreció su alma como ofrenda por el pecado, muestra claramente cómo, desde el principio, el Espíritu Santo tuvo en cuenta esto y aceptó la pecador en la completa salvación del Salvador; y que toda la ley ministró los bienes venideros, para recordar en la iglesia que sin derramamiento de sangre no hay remisión.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad