¡Lector! Observe, con qué peculiar dignidad y honor se habla de Aarón, en este sagrado servicio del sacrificio. El canto, sin duda, formó una parte muy interesante de la adoración en el templo, pero nada comparado con el ministerio de sacrificios, al que fueron llamados Aarón y sus hijos. Como todos los sacrificios apuntaban al Gran Sacrificio: así todos los sacerdotes tipificaban a ese Sumo Sacerdote Todopoderoso, el Señor Jesucristo, a quien tanto el altar como el sacrificio y el sacerdote seguían y representaban.

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