REFLEXIONES

Difícilmente es posible rastrear el tema de la genealogía de los hombres, en la sucesión de padres e hijos, a través de tantas generaciones, sin sentir la mente extendida y ejercitada en la contemplación de la insignificancia del hombre en toda su fuerza y ​​poder jactanciosos. . Bien, que todos exclamen con el apóstol, a la vista de él, porque ¿qué es su vida? es incluso un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.

Pero, lector, ¿no hay alivio para la mente bajo el ejercicio de visiones tan humillantes de la vida humana? ¿No hay recurso, consuelo, asilo o casa de misericordia donde refugiarse del naufragio universal de nuestra pobre naturaleza moribunda y muerta? ¡Oh tú, Jesús precioso, viviente y vivificante! ¡Oh! tú que te has proclamado a ti mismo, y has demostrado que eres la resurrección y la vida; El que dijiste, y lo confirmaste también con la evidencia más palpable, que el que cree en ti, aunque esté muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en ti, no morirá jamás: tú me preguntas, querido Jesús: como hiciste con la hermana afligida, si yo creo esto? ¿Sí Sí? Tú, Señor Todopoderoso, creo, creo. Bendito sea tu nombre, eres tú el que me has hecho creer.

Y tú siempre ayuda a mi incredulidad. La conciencia de que tú vives, y que porque tú vives todo tu pueblo también vivirá, soporta mi alma por encima de todas las circunstancias de mi muerte y del mundo que me rodea. Aunque este cuerpo mío desciende diariamente al sepulcro, sin embargo, en ti, mi alma vive para siempre y no morirá jamás. Tú eres el Autor de la vida, el Restaurador y Sustentador de mi vida espiritual, y poco a poco serás el Perfeccionador de mi vida eterna, tanto en cuerpo como en alma.

¡Salve, pues, glorioso, misericordioso, amable y amoroso Señor Jesús! Tus amores son mejores que el vino. Porque aunque el vino consuele el corazón afligido, ningún vino puede resucitar a los muertos; pero tu amor ha hecho ambas cosas. Y cuando la carne, el corazón y todas las cosas falten, tú serás la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.

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