(37) En el año cuarto se echaron los cimientos de la casa de Jehová, en el mes de Zif: (38) Y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, se terminó la casa en todo el sus partes, y de acuerdo con toda su forma. También estuvo siete años construyéndolo.

Es asombroso concebir que se haya podido realizar una obra tan grande en tan poco tiempo. Encontramos que Salomón estuvo empleado trece años en la construcción de su propia casa, pero la casa de Dios solo siete. No es que el suyo tuviera alguna proporción, en cuanto a magnificencia, lo entiendo, sino que Salomón estaba menos ansioso, menos serio, por su realización. ¡Lector! es un bendito signo de gracia cuando las cosas divinas ocupan nuestros pensamientos y despiertan nuestros afectos más que humanos.

Es un precepto bendito de Jesús, y está conectado con una promesa bendita en la ejecución, que me atrevo a creer que nunca ha fallado en un solo caso en la experiencia de los fieles; Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (las cosas menores que son necesarias) se os darán por añadidura. Mateo 6:33 .

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